Citas Bíblicas

¿Solo los pobres pueden entrar al Reino de Dios?

Roberto Escribió:

Hola carlos; tengo algo mas que preguntar,¿solo los pobres pueden entrar al reino de DIOS?  ¿debo conformarme con lo que tengo? ¿si el padre de los cielos deja herencia para sus hijos, no es bueno que el hombre se preocupe en dejar herencia para los suyos?

Respuesta

Hola Roberto, querido amigo: Debo confesarle que me es muy grato poder comunicarme con usted, y no me es molesto en absoluto recibir su consulta, sino todo lo contrario.
Respecto a su primera pregunta que dice: "¿sólo los pobres pueden entrar al reino de Dios?" Le contesto que Jesús comienza el "sermón del monte" diciendo:


"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo: 5:3)

Aquí dice claramente que el reino de los cielos es de los pobres. ¿verdad?
Ahora bien: ¿qué clase de pobres? Pues... los "pobres en espíritu."
Pero...¿Quienes son los pobres en espíritu? Los pobres en espíritu son personas que tienen un espíritu humilde. Son humildes y sencillos como es la gente pobre que nada posee, aunque tal vez algunos de estos "pobres en espíritu" tengan riquezas.
Sin embargo, esto no quiere decir que de todos los pobres (económicamente hablando) es el reino de Dios, pues hay personas que son pobres, muy pobres económicamente hablando, pero no lo son en espíritu
Es decir, no son humildes ni confían en Dios, al contrario, aunque son pobres, su esperanza está en las riquezas, al igual que en la mayoría de los ricos.
De manera que, no se trata de tener o no riquezas, sino de tener un espíritu como de aquel que nada tiene y su esperanza sólo se centraliza en Dios.
Porque aquel que no posee nada, solo confía en Dios. Pero el rico confía en sus propias riquezas.
Hay personas que siendo pobres, también tienen su esperanza puesta en las riquezas, aunque no las poseen. Estos, aunque son pobres económicamente hablando, no lo son en espíritu.
En fin...cuando en Santiago se lee que Dios ha elegido a los "pobres de este mundo" se refiere a los pobres en espíritu.
Bueno; no se si habrá quedado claro lo que significa "pobres en espíritu"
Podríamos ilustrar lo que significa "pobres en espíritu" con el pasaje del libro de Job:

"Si puse en el oro mi esperanza. Y dije al oro: Mi confianza eres tú.
Si me alegré que mis riquezas se multiplicasen, y de que mi mano hallase mucho;
Si he mirado al sol cuando resplandecía, o a la luna cuando iba hermosa, y mi corazón se engañó en secreto y mi boca besó mi mano; esto también sería maldad juzgada; porque habría negado al Dios soberano."
(Job:31:24-28)
 
Con respecto a la otra pregunta: "¿debo conformarme con lo que tengo?" La Palabra de Dios dice que debemos "contentarnos con tener sustento y abrigo" (1Ti:6:8) Claro que eso no significa que debamos abandonarnos a nosotros mismos; ni que dejemos de trabajar; al contrario, es nuestro deber trabajar para tener qué compartir con aquellos que nada tienen.
En el libro de los "Hechos", el apóstol Pablo dice: "Ni plata, ni oro, ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabeís que para lo que me ha sido necesario a mi y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados..." (Hechos: 20:33-35) (también podemos leer: Efesios: 4:28; 1Ts: 4:9-12; etc)
En fin...En ninguno de estos pasajes dice que haya que trabajar denodadamente para acumular bienes o acrecentar nuestras cuentas bancarias, a fin de tener para el futuro. El Señor Jesucristo dice: "...no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal" (Mateo: 6:34)

Los siguientes textos nos ayudan a comprender cuáles son aquellas riquezas que debemos atesorar para el futuro.

"No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoros en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega ni polilla destruye.
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón."
(Lucas:12: 32-34)

"A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos . Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir..."
(1Ti:6:17-19)

"Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres."
(Pr:3:3-4)

"Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su descendencia es para bendición."(salmo37: 25-26)

Es digno mencionar que el justo es misericordioso con aquellos que no tienen. Aquí haríamos bien en recordar, que Dios envió por Cornelio debido a que sus oraciones y sus limosnas habían subido a su presencia. (Hch:10:1-4)

 Bien:
En cuanto a si debemos o no, esforzarnos para dejar a nuestros hijos alguna herencia, la Palabra de Dios dice que el Señor nos ha elegido para que seamos "ricos en fe y herederos del reino" (Sgo:2:5) 
Es decir que la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es una fe genuina en Dios.
Aquí es necesario aclarar, que la fe verdadera es la confianza puesta en Dios en cuanto a lo que él dice en su Palabra. Como usted sabe, la fe no es creer en cualquier cosa que  tenga apariencia bíblica. ¿Verdad?
La fe a la cual llamamos verdadera, no puede estar basada en falsas doctrinas; o falsas interpretaciones, o vanas suposiciones, sino que lo que creemos debe estar basado en los dichos de Dios revelados a nosotros por medio de su Espíritu.
(Para saber si lo que digo es verdadero y está de acuerdo con lo que Dios dice, es necesario que quien me escucha, vaya delante de Dios y le pida al Señor que por medio de su Espíritu le revele, si es verdad o no)
Ahora: ¿Cómo hago a mis hijos herederos de esa fe genuina?
Primeramente debo acudir a Dios para que me guíe por medio de su Espíritu y me revele el conocimiento de la verdad. Y luego, debo obrar de acuerdo a esa verdad, (pues "la fe sin obras está muerta" )(Sgo:2:26)
Si mis hijos ven que yo obro de acuerdo a la verdad divina, ellos también creerán. 
Ahora, si mis hijos ven que yo leo la Palabra de Dios, pero tengo mi confianza puesta en las riquezas, entonces la fe no tendrá parte en sus vidas.
Tal vez les deje de herencia muchas riquezas, pero les habré negado el gozo de comunicarse con Dios, pues la fe, no tiene valor en sí misma, lo que hace es unir al hombre con el Dios eterno. Cuando el Señor hace posible este contacto...¿qué otra cosa puedo necesitar?